En el transcurso del desarrollo de la investigación del fenómeno Ovni han circulado un cúmulo de imágenes, ya sean en video o fotografía, que retratan objetos de una apariencia extraña. Pero desde la apertura de la investigación Ovni en los Estados Unidos en la década de los 50 algunas fotografías aun permanecen en un entredicho en la comunidad ufológica. Entre estas sobresale la imagen obtenida por Paul Trent en la que se puede ver de forma clara un objeto con forma de platillo, esta imagen es, para algunos, la prueba fehaciente de una innegable realidad tecnológica extraterrestre. Para otros no es más que una pequeña maqueta que cuelga desde un cable, es ahí donde parte la eterna disyuntiva de entre los que creen y los que no.
Pero existe una realidad indiscutible y esa es las distintas maneras de trucar una fotografía Ovni, una de ellas consiste en lanzar un objeto por los aires para luego captarlo en pleno “vuelo” o bien colgarlo de tal forma en que el hilo que lo sostiene no se pueda ver. Esto dependerá de algunos factores al momento de realizar la fotografía una de ellas es la sobreexposición (dodging) en que el cielo sea demasiado claro, motivo en el cual no se pueda ver el detalle (hilo), obviamente esto también depende de su grosor ya que mientras más delgado, en conjunto con los detalles antes mencionados (sobreexposición), puede en algún momento pasar desapercibido. Hay que destacar que este tipo de fotografías fueron comunes en los años 50 y 60, durante esa época el “contactado” Paul Villa fue desenmascarado por el grupo de investigación GSW (Ground Saucer Watch) al analizar sus “pruebas” se descubrió que no era el “campo gravitacional” que hacia flotar a la nave sino un rustico alambre del cual pendía una pequeña maqueta. No podemos olvidar también, pero a la vez menos usado, el de pegar un pequeño trozo de papel en forma de plato sobre un vidrio, de esta manera podemos colocar un paisaje de fondo a voluntad en la composición fotográfica.
Con el avance tecnológico en materia audiovisual llegamos a los 90´s en donde los programas por computadora y el creciente aumento en ventas de las cámaras digitales quizás no hacían presagiar la continua aparición de imágenes ovnis, en este contexto solo consta el darse un paseo por Internet para contemplar la gran cantidad de imágenes realizadas a partir de programas de edición audiovisual. La nitidez de los contornos, el leve movimiento del objeto, la composición del paisaje son solo algunos detalles que es posible apreciar en este tipo de imágenes y que echan por tierra su autenticidad. En el campo de las fotografías digitales existen algunas divergencias ya que algunos apuestan a los Ovnis fantasmas, es decir la aparición de un objeto que no estaba al momento de la toma fotográfica. Siendo este el tema principal hay diferentes variables a considerar, como por ejemplo el cruce de insectos en frente del foco de la cámara o de pequeñas pelusas que circundan el área próxima al enfoque. Pero también existe una gran relación entre lo que es la fotografía digital y los programas de retoque fotográfico (valga la redundancia), en este ámbito hay algunos programas al alcance del publico en los websites. El resultado de un “buen ovni” dependerá del manejo y la experiencia que se tenga para ediciones de este tipo, pero en el conjunto de herramientas que existen en los análisis es posible determinar su origen que en su mayoría es más terrenal que “fuera de lo normal”. Se tiene en consideración que hay imágenes que en la minoría se destacan por ser más bien extrañas en las cuales, el objeto de estudio, va traspasando los diferentes niveles de filtros de análisis hasta llegar a conformar la lista - catalogo de OVNIs. En base a esto mismo existe un notable porcentaje de imágenes cuyo alto o bajo índice dependerá obviamente del investigador y el concepto de estudio que tenga este sobre el fenómeno Ovni, en mi humilde opinión de entre diez fotografías solo una o dos entrarían en este listado que contempla un estudio de aquellos objetos “aun no identificados”. Por último una pregunta en relación a la cantidad de fotografías Ovnis ¿valdrá una imagen por mil palabras?...a estas alturas la respuesta queda en el “aire”.
Escrito por Marcelo Moya, Investigador de Campo de AION Chile.
Pero existe una realidad indiscutible y esa es las distintas maneras de trucar una fotografía Ovni, una de ellas consiste en lanzar un objeto por los aires para luego captarlo en pleno “vuelo” o bien colgarlo de tal forma en que el hilo que lo sostiene no se pueda ver. Esto dependerá de algunos factores al momento de realizar la fotografía una de ellas es la sobreexposición (dodging) en que el cielo sea demasiado claro, motivo en el cual no se pueda ver el detalle (hilo), obviamente esto también depende de su grosor ya que mientras más delgado, en conjunto con los detalles antes mencionados (sobreexposición), puede en algún momento pasar desapercibido. Hay que destacar que este tipo de fotografías fueron comunes en los años 50 y 60, durante esa época el “contactado” Paul Villa fue desenmascarado por el grupo de investigación GSW (Ground Saucer Watch) al analizar sus “pruebas” se descubrió que no era el “campo gravitacional” que hacia flotar a la nave sino un rustico alambre del cual pendía una pequeña maqueta. No podemos olvidar también, pero a la vez menos usado, el de pegar un pequeño trozo de papel en forma de plato sobre un vidrio, de esta manera podemos colocar un paisaje de fondo a voluntad en la composición fotográfica.
Con el avance tecnológico en materia audiovisual llegamos a los 90´s en donde los programas por computadora y el creciente aumento en ventas de las cámaras digitales quizás no hacían presagiar la continua aparición de imágenes ovnis, en este contexto solo consta el darse un paseo por Internet para contemplar la gran cantidad de imágenes realizadas a partir de programas de edición audiovisual. La nitidez de los contornos, el leve movimiento del objeto, la composición del paisaje son solo algunos detalles que es posible apreciar en este tipo de imágenes y que echan por tierra su autenticidad. En el campo de las fotografías digitales existen algunas divergencias ya que algunos apuestan a los Ovnis fantasmas, es decir la aparición de un objeto que no estaba al momento de la toma fotográfica. Siendo este el tema principal hay diferentes variables a considerar, como por ejemplo el cruce de insectos en frente del foco de la cámara o de pequeñas pelusas que circundan el área próxima al enfoque. Pero también existe una gran relación entre lo que es la fotografía digital y los programas de retoque fotográfico (valga la redundancia), en este ámbito hay algunos programas al alcance del publico en los websites. El resultado de un “buen ovni” dependerá del manejo y la experiencia que se tenga para ediciones de este tipo, pero en el conjunto de herramientas que existen en los análisis es posible determinar su origen que en su mayoría es más terrenal que “fuera de lo normal”. Se tiene en consideración que hay imágenes que en la minoría se destacan por ser más bien extrañas en las cuales, el objeto de estudio, va traspasando los diferentes niveles de filtros de análisis hasta llegar a conformar la lista - catalogo de OVNIs. En base a esto mismo existe un notable porcentaje de imágenes cuyo alto o bajo índice dependerá obviamente del investigador y el concepto de estudio que tenga este sobre el fenómeno Ovni, en mi humilde opinión de entre diez fotografías solo una o dos entrarían en este listado que contempla un estudio de aquellos objetos “aun no identificados”. Por último una pregunta en relación a la cantidad de fotografías Ovnis ¿valdrá una imagen por mil palabras?...a estas alturas la respuesta queda en el “aire”.
Escrito por Marcelo Moya, Investigador de Campo de AION Chile.
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